Últimamente dispongo de poco tiempo para publicar recetas, aunque sigo cocinando a diario para mi familia, el pasado fin de semana hice un guisillo de castañas pilongas con canela, anís, azúcar integral de caña y un toque de chocolate con leche, un postre exquisito que se toma templado
Ingredientes (para 2 personas):
100 g. de castañas pilongas, remojadas en agua fría la noche anterior.
1 cucharadita -de las de café- de aceite de oliva virgen extra.
1 palito de canela.
Un pellizco generoso de anís verde (matalahúva).
Un trozo de corteza de limón.
1 cucharada sopera de azúcar de caña integral o el endulzante de nuestra preferencia (admite más cantidad).
150 ml. de agua.
1 cucharadita -de las de café- de cacao puro en polvo sin azúcar.
50 ml. de bebida de avena Barista o leche semidesnatada.
Para decorar:
Unas florecillas de romero.
Preparación:
Escurrimos las castañas y quitamos con cuidado los posibles restos de piel marrón incrustada que puedan tener.
Echamos en un cazo las castañas, el aceite de oliva, el palito de canela, el anís verde, la corteza de limón, el azúcar de caña y el agua, tapamos el cazo y llevamos al fuego, dejamos cocer a fuego medio-bajo alrededor de media hora.
Pasada la media hora, destapamos el cazo y dejamos cocer unos 7 - 8 minutos o hasta que reduzca el líquido de cocción.
Cuando haya reducido casi todo el líquido, retiramos el palito de canela y la corteza de limón, incorporamos la leche y el cacao en polvo, mezclamos todo y cocemos hasta que el chocolate reduzca y espese un poco. Servimos las castañas templadas.
