Suelo tener jengibre confitado sin azúcar porque me encanta, pensé que la pannacotta con jengibre confitado estaría rica, pero está más que rica, es una delicia, además el toque de vainilla le va muy bien, el chocolate blanco de color rosa y la flor de aciano andaban cerca y sirvió de decoración, a veces, improvisando salen mejores recetas que si estás pensando lo que vas a preparar
Ingredientes (para 3 personas):
200 mililitros de nata de repostería.
100 mililitros de leche de vaca semidesnatada.
50 gramos de jengibre confitado, troceado.
2 cucharadas soperas de sirope de Ágave.
Unas gotas de esencia de vainilla.
2 hojas de gelatina.
Para decorar:
Virutas de chocolate blanco de color rosa.
Pétalos de flor de aciano deshidratado.
Preparación:
Echamos la leche y el jengibre picadito en el vaso de la batidora, trituramos hasta que estén bien integrados los dos ingredientes y el jengibre quede bien molido, no hace falta colar la mezcla.
Echamos las 2 hojas de gelatina en un cuenco con agua muy fría y dejamos 5 minutos totalmente sumergidas en el agua.
Vertemos la nata de repostería en un cazo mediano, añadimos la mezcla de leche con jengibre, el sirope de Ágave, unas gotas de esencia de vainilla, llevamos al fuego a temperatura suave, removemos hasta que empiece a hervir, dejamos cocer 1 minuto sin dejar de remover y retiramos del fuego.
Escurrimos muy bien las dos hojas de gelatina y las incorporamos al cazo con la pannacotta, mezclamos rápido con una varilla manual para que se integren bien los ingredientes y se disuelvan las hojas de gelatina por completo.
Distribuimos la pannacotta en 3 vasos o copas de postre y dejamos enfriar a temperatura ambiente, cuando esté fría tapamos y guardamos en el frigorífico al menos 2 horas para que cuaje.
Para servir, decoramos la panna-cotta con lo que más nos guste, yo la he decorado con virutas de chocolate blanco de color rosa y unas hojitas de flor de aciano.
Notas:
Si quieres conocer las propiedades de la flor de aciano, tienes un enlace aquí.
Para decorar:
Virutas de chocolate blanco de color rosa.
Pétalos de flor de aciano deshidratado.
Preparación:
Echamos la leche y el jengibre picadito en el vaso de la batidora, trituramos hasta que estén bien integrados los dos ingredientes y el jengibre quede bien molido, no hace falta colar la mezcla.
Echamos las 2 hojas de gelatina en un cuenco con agua muy fría y dejamos 5 minutos totalmente sumergidas en el agua.
Vertemos la nata de repostería en un cazo mediano, añadimos la mezcla de leche con jengibre, el sirope de Ágave, unas gotas de esencia de vainilla, llevamos al fuego a temperatura suave, removemos hasta que empiece a hervir, dejamos cocer 1 minuto sin dejar de remover y retiramos del fuego.
Escurrimos muy bien las dos hojas de gelatina y las incorporamos al cazo con la pannacotta, mezclamos rápido con una varilla manual para que se integren bien los ingredientes y se disuelvan las hojas de gelatina por completo.
Distribuimos la pannacotta en 3 vasos o copas de postre y dejamos enfriar a temperatura ambiente, cuando esté fría tapamos y guardamos en el frigorífico al menos 2 horas para que cuaje.
Para servir, decoramos la panna-cotta con lo que más nos guste, yo la he decorado con virutas de chocolate blanco de color rosa y unas hojitas de flor de aciano.
Notas:
Si quieres conocer las propiedades de la flor de aciano, tienes un enlace aquí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Estaré encantada de contestar las dudas que tengas sobre la receta. Gracias por visitar mi blog.