Este postre es fácil de preparar, tiene un agradable sabor a mandarina y puede ser una merienda perfecta para los niños, tiene una textura parecida a la gelatina aunque es más blandita y una capa de espuma en la superficie que recuerda a una mousse, no necesita azúcar pero puedes añadir una cucharada de azúcar integral de caña en su elaboración
Ingredientes:
1 vaso (250 ml) de zumo de mandarina.
1 sobre de gelatina neutra en polvo.
1 yogur natural.
Preparación:
En un cazo ponemos medio vaso (125 ml) de agua y llevamos a ebullición, retiramos del fuego y añadimos el sobre de gelatina neutra y la mitad del zumo de mandarina, mezclamos bien, pasamos a un cuenco grande y dejamos reposar.
En otro cuenco mezclamos el resto de zumo y el yogur, removemos y reservamos.
Cuando la mezcla de gelatina empiece a espesar un poco y antes de que se haya cuajado, batimos con unas varillas eléctricas -o en su defecto con la batidora- hasta que doble su volumen, luego añadimos poco a poco la mezcla de yogur y zumo sin dejar de batir hasta obtener una crema homogénea.
Pasamos la crema por el colador chino al tiempo que repartimos en 4 copas, así evitamos la posibilidad de que quede algún grumo.
Dejamos enfriar durante 3-4 horas en el frigorífico, hasta que esté completamente cuajado.
Para servir, adornamos con unos gajos de mandarina sin la piel o unas hojitas de menta, por ejemplo, en esta ocasión le he puesto coco fresco rallado y coloreado con colorante alimentario de diferentes colores, ha quedado un postre muy vistoso y además el coco natural nos aporta grasa beneficiosa para nuestra salud.
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