La papada ibérica adobada la he salteado en daditos para darle un toque crujiente y un poco de la grasa que ha soltado la he utilizado para hacer el risotto, le aporta muy buen sabor
Ingredientes (para 3 personas):
180 g. de arroz Arborio.
75 g. de papada ibérica adobada, cortada en daditos.
2 cucharadas soperas de aceite de oliva virgen extra.
1/2 cebolla fresca mediana, pelada y picadita.
100 g. de pencas de acelgas de colores, sin hebras y cortadas en daditos.
1 sobrecito de azafrán molido.
3 cucharadas soperas de vino blanco seco.
2 cucharadas soperas de queso parmesano recién rallado.
1 diente de ajo negro grande, picadito.
Sal y pimienta negra recién molida.
1 litro de caldo de verduras.
Para decorar:
Perejil fresco picadito
Queso parmesano rallado.
Preparación:
Echamos en una olla los daditos de papada ibérica y salteamos hasta que suelten la grasa y estén doraditos y crujientes, retiramos a un plato con papel absorbente y la grasa que ha soltado la papada la vertemos en un cuenco porque utilizaremos un poco en la preparación del risotto (el resto de grasa podemos utilizarla cuando solidifique para untar la manteca sobre tostadas de pan).
Ponemos el caldo de verduras en una olla pequeña a fuego muy lento para que se vaya calentando.
Echamos una cucharada de grasa de papada ibérica de nuevo en la olla (de esta manera el risotto adquiere el sabor de la papada), añadimos 2 cucharadas soperas de aceite, cuando esté caliente añadimos la cebolla picadita y rehogamos unos 5 - 6 minutos, añadimos las pencas y seguimos rehogando hasta que ambas verduras estén bien rehogadas, incorporamos el arroz y removemos con cuchara de madera a fuego moderado durante 2 - 3 minutos, hasta que los granos estén bien bañados con el aceite, añadimos el azafrán molido, rehogamos brevemente y regamos el arroz con el vino blanco, dejamos que se evapore durante un par de minutos.
Llevamos el caldo de verduras a ebullición, bajamos el fuego y añadimos unos 300 mililitros al arroz, removemos ligeramente los granos de arroz, dejamos cocer destapado y removemos a menudo para que suelte el almidón el arroz.
Mantenemos el resto de caldo caliente y lo vamos incorporando poco a poco al arroz cuando se vaya quedando seco, añadiremos un par de cucharones cada vez.
El arroz necesita una atención constante para que no se pegue, tenemos que tener cuidado de no aplastar los granos, el tiempo total de cocción del arroz será de unos 25 minutos, debe estar tierno y cremoso pero con los granos enteros.
Retiramos la cacerola del fuego, removemos y al mismo tiempo incorporamos las 2 cucharadas de queso parmesano, el ajo negro picadito y salpimentamos a nuestro gusto.
Servimos el risotto con el crujiente de papada por encima, un poco de perejil fresco y queso parmesano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Estaré encantada de contestar las dudas que tengas sobre la receta. Gracias por visitar mi blog.