Mi última prueba de ajo-blanco con fruta es un delicioso ajo-blanco con arándanos azules que me ha sorprendido bastante, es sano, nutritivo, tiene buen sabor y hay que tomarlo bien fresquito
Ingredientes:
100 gramos de almendras peladas y crudas.
20 gramos de pan blanco del día anterior, remojado en agua fría y escurrido.
50 gramos de arándanos congelados -descongelados previamente-.
2 cucharadas soperas de vinagre de manzana.
4 cucharadas soperas de aceite de oliva virgen extra.
1 diente de ajo, pelado y troceado.
Sal rosa del Himalaya al gusto.
Preparación:
Echamos en el vaso de la batidora todos los ingredientes menos el aceite, trituramos un poco para que se mezclen bien los ingredientes, seguimos batiendo y añadimos el aceite al mismo tiempo, a modo de hilito y sin dejar de batir, hasta que tengamos una pasta de textura similar a la mayonesa,
Echamos el ajo-blanco en un cuenco, tapamos y guardamos en el frigorífico al menos 2 horas, guardamos también agua en el frigorífico para que se enfríe, para añadirla después al ajo-blanco.
A la hora de servir, vamos añadiendo agua al ajo-blanco, poco a poco y removiendo al mismo tiempo, añadimos agua hasta que tenga la consistencia que más nos guste, siempre digo que puede quedar más espeso como una sopa fría o más líquido como un zumo, en está ocasión, he añadido poca agua, unos 400 mililitros, para que quede espeso.
También podemos añadir el agua al ajo-blanco justo después de triturarlo, y guardarlo en la nevera listo para tomar, pero en la receta original el agua se añade al final, justo antes de tomarlo.
Notas:
La próxima vez haré el ajo-blanco con arándanos frescos y diré las diferencias que encuentro entre utilizar fruta fresca o congelada,
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