Un hojaldre con calabaza y roquefort que nos gusta mucho porque los ingredientes combinan muy bien, tiene un sabor estupendo, he pinchado previamente toda la superficie para que quede finita al hornear
Ingredientes (para 4 personas):
1 masa de hojaldre refrigerada cuadrada.
Láminas finas de calabaza cacahuete cruda.
3 cebollas tiernas medianas, peladas y cortadas en láminas finas, pochadas en una sartén con un poco de aceite de oliva virgen extra, al final le añadimos orégano, sal y pimienta negra a nuestro gusto, mezclamos y reservamos.
Queso roquefort cortado en trocitos.
Nueces picaditas con el cuchillo.
1 huevo batido para pintar la superficie de la masa.
Queso curado de cabra al pimentón rallado.
Orégano.
Semillas de sésamo.
Un hilito de aceite de oliva virgen extra para ayudar al gratinado.
Un poco de sumac o zumaque en polvo.
Preparación:
Encendemos el horno a 200º grados, calor arriba y abajo.
Extendemos la masa de hojaldre sobre una superficie de trabajo con papel vegetal puesto debajo.
Del extremo de la masa cortamos unas tiras de 1 centímetro de ancho más o menos, para poner un borde y que no se salga el relleno.
Cortamos la masa por la mitad a lo largo y con la ayuda de un pincel de cocina untamos un poco de agua fría por todo el borde de ambas masas, colocamos alrededor de todo el borde la tira de masa que hemos cortado, si al completar todo el borde nos sobra algo de la tira la cortamos, repetimos el proceso con la otra masa.
Pinchamos toda la superficie de las dos masas con un tenedor, para que no suba el hojaldre al hornear.
Ponemos ambas masas en una bandeja de horno, ligeramente separadas entre sí.
Ponemos en ambas masas los ingredientes a nuestro gusto, primero la cebolla pochada con orégano, encima los trocitos de queso roquefort, distribuimos nueces picaditas encima del queso, y por último, disponemos las láminas de calabaza.
Pintamos los bordes de ambas masas con el huevo batido, rallamos queso de cabra sobre la calabaza, espolvoreamos con el orégano y las semillas de sésamo, vertemos un hilito de aceite de oliva por encima para ayudar al gratinado.
Horneamos ambos hojaldres a la vez, a los 20 minutos tapamos la superficie con papel de aluminio para que no se queme y dejamos 10 minutos más en el horno para que la calabaza se ponga tierna, en total ha estado media hora en e horno.
Retiramos los dos hojaldres del horno, dejamos enfriar ligeramente, espolvoreamos la superficie con un poco de sumac o zumaque en polvo y servimos.
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