Una receta de la cocina filipina que sorprende por la combinación de ingredientes, el sabor del cilantro con las gambas y el toque crujiente de los cacahuetes son lo mejor de este plato
Para las crepes:
5 huevos.
375 mililitros de agua fría.
2 cucharadas soperas de aceite de oliva.
1/2 taza (60 g) de harina fina de maíz.
1/2 taza (60 g) de harina de espelta.
Para el relleno:
500 gramos de gambas crudas, peladas y limpias.
1 cucharada sopera de aceite de cacahuete.
300 gramos de brotes de bambú en conserva, cortados en palitos finos.
90 gramos de brotes de soja frescos -también se puede utilizar en conserva-.
80 gramos de cacahuetes tostados, sin cáscara y picados gruesos.
1/2 lechuga, cortada en juliana.
30 gramos de hojas de cilantro fresco.
Preparación:
Preparamos las crepes, en el vaso de la batidora echamos los huevos, el agua y el aceite, batimos e incorporamos las dos harinas, batimos de nuevo hasta obtener una pasta uniforme, pasamos por el colador chino, tapamos y dejamos reposar durante 20 minutos en el frigorífico.
Untamos con aceite una sartén antiadherente pequeña, calentando a fuego lento.
Ponemos 2 cucharadas soperas de la masa y cubrimos todo el fondo, dejamos que la crepe se cuaje durante 2 minutos, hasta que se dore ligeramente, damos la vuelta y doramos por el otro lado otros 2 minutos, hacemos el resto de crepes, guardamos en una olla y tapamos para que no se enfríen.
Hacemos el relleno, calentamos la cucharada de aceite en una sartén antiadherente, echamos las gambas, salteamos a fuego medio durante 5 minutos y retiramos del fuego.
Ponemos sobre cada crepe un poco de lechuga picada, unos brotes de bambú y de soja, unas cuantas gambas, dos o tres hojas de cilantro y un puñadito de cacahuetes picados, envolvemos la crepe y listo.
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