De vez en cuando suelo preparar algún paté vegetariano para tomar en el desayuno o la cena, en esta ocasión he hecho uno que nos gusta especialmente, tiene el sabor suave que le aportan los piñones y contrasta con el toque picante de las especias mexicanas, lo he servido untado en una tortita de arroz con quinoa, queso Edam, huevo y guanciale a la plancha, acompañado de café con leche
Ingredientes:
30 g. de piñones crudos, puestos a remojo en agua fría durante un par de horas y luego escurridos.
20 g. de almendras crudas sin piel, puestas a remojo en agua fría durante un par de horas y luego escurridas.
30 g. de tomates secos hidratados un par de horas en agua muy caliente y luego escurridos.
20 g. de semillas de girasol crudas.
10 g. de semillas molidas de lino, sésamo y calabaza (1 cucharada sopera).
1 diente de ajo negro picadito.
1 pellizco generoso de mezcla de especias mexicanas.
3 - 4 cucharadas soperas de agua fría.
3 - 4 cucharadas soperas de aceite de oliva virgen extra.
Sal y pimienta negra recién molida.
Preparación:
Echamos en el vaso de la batidora los piñones, las almendras, los tomates secos, las semillas de girasol, las semillas molidas, el ajo negro, las especias mexicanas y el agua fría, trituramos ligeramente e incorporamos el aceite, salpimentamos a nuestro gusto y seguimos triturando hasta reducir a puré.
Vertemos el paté en un tarro de cristal con tapa, guardamos en el frigorífico y listo para consumir.
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