Una manera saludable de consumir legumbres, un guiso de garbanzos con hierbas frescas: eneldo, albahaca, menta, romero y perejil, el aroma que desprenden invade toda la cocina; para un plato más completo añadiremos la guarnición que más nos guste: carne de pollo o ternera, salchichas, huevo duro picado, también le va un poco de pasta o arroz, tiene un sabor muy agradable por la combinación de hierbas, cebolla y vino
Ingredientes (para 6 personas):
500 gramos de garbanzos.
2 cebollas frescas medianas.
3 dientes de ajo.
3 cucharadas soperas de aceite de oliva virgen extra.
100 mililitros de vino blanco seco.
1 ramita de eneldo fresco.
1 ramita de romero fresco.
1 ramita de albahaca fresca.
1 ramita de menta fresca.
2 cucharadas soperas de perejil fresco, picado.
2 hojas de laurel.
2 clavos de olor.
4 granos de pimienta negra recién molida.
Sal.
Guarnición:
Pollo cocido.
Salchichas cortadas en rodajas y salteadas en aceite de oliva.
Pasta piñón.
Para decorar:
Una ramita de menta fresca o cebollino fresco picado.
Preparación:
La noche anterior a la preparación ponemos los garbanzos en remojo en agua templada con una pizca de sal, con bastante agua que los cubra bien cuando aumenten de tamaño.
Pelamos las cebollas, una la dejamos entera y pinchamos los dos clavos de olor en ella, picamos finamente la otra cebolla.
Lavamos los garbanzos remojados en agua fría y escurrimos.
En una olla con agua caliente, añadimos los garbanzos, la cebolla entera con los clavos de olor pinchados, un diente de ajo entero, las ramitas previamente lavadas de eneldo, romero, albahaca y menta, el perejil picado, 2 cucharadas soperas de aceite, el laurel, los granos de pimienta y un poco de sal.
Llevamos a ebullición a fuego medio, añadimos el vino blanco templado, tapamos la olla y dejamos cocer a fuego suave durante 2 horas.
En una sartén puesta al fuego con 1 cucharada de aceite de oliva, cuando esté caliente añadimos 2 ajos enteros, rehogamos un par de minutos, añadimos la cebolla picada y rehogamos hasta que la cebolla empiece a tomar color y se ablande un poco, no tiene que estar muy hecha, retiramos del fuego y reservamos.
Cuando lleve una hora y media de cocción sacamos la cebolla y quitamos los clavos de olor que tiene pinchados.
Ponemos en el vaso de la batidora la cebolla entera cocida junto con la cebolla rehogada con los ajos que teníamos reservada y un poco de caldo de cocción de los garbanzos, batimos hasta reducir a puré y lo añadimos a la olla con los garbanzos, rectificamos de sal y continuamos la cocción media hora más o hasta que los garbanzos estén tiernos.
Si tenemos que añadir algo de agua porque se nos esté quedando un poco seco siempre será agua caliente, para no cortar la cocción.
Antes de retirar del fuego he añadido un poco de pollo cocido hecho tiras -tenía un trozo porque
había hecho caldo el día anterior-, unas rodajas de salchicha salteada y un puñado de pasta piñón.
Servimos en cuencos individuales, con la guarnición que más nos guste y decoramos con cebollino fresco picado o una ramita de menta.
Notas:
Podemos sustituir las hierbas frescas por hierbas secas, aunque el sabor no es el mismo.
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