Esta versión es más suculenta y refinada que la sopa de cebolla tradicional francesa, lleva 35 gramos de grasa de pollo o tocino pero utilizo 2 cucharadas soperas de aceite de oliva en su lugar
Ingredientes (para 2 - 3 personas):
3 cebollas grandes, peladas y cortadas en rodajitas finas.
2 cucharadas soperas de aceite de oliva virgen extra.
3 - 4 ramitas de tomillo seco.
Unos 750 ml. de caldo de pollo.
1 yema de huevo.
1/2 cucharadita -de las de té- de vinagre de manzana.
3 rebanadas pequeñas de pan blanco del día anterior, ligeramente tostadas en el horno y restregadas con medio diente de ajo.
Sal y pimienta negra recién molida.
Preparación:
Echamos el aceite en una olla, cuando esté caliente añadimos las rodajas de cebolla y sofreímos a fuego muy lento durante 20 minutos, removiendo alguna que otra vez.
Cuando la cebolla esté tierna y translucida, sin tomar color, añadimos las ramitas de tomillo y salpimentamos a nuestro gusto, incorporamos el caldo de pollo y llevamos a ebullición a fuego medio.
Bajamos el fuego y dejamos cocer muy despacio, tapado, unos 15 - 20minutos.
Batimos la yema de huevo hasta que esté suave y pálida, añadimos el vinagre y batimos un poco más, añadimos, poco a poco y batiendo, un cacillo de la sopa caliente.
Retiramos la sopa del fuego y vertemos la yema con el caldo, mantenemos la sopa caliente sin que llegue a hervir.
Servimos la sopa con una rebanada de pan restregada con ajo.
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