Una crema con muy buen sabor que se toma bien fría, es de calabaza asada, calabacín crudo, jengibre fresco y leche de coco, se prepara en un momento, la he servido con láminas de coco deshidratado, cilantro fresco picadito, semillas de sésamo y chía, un hilito de aceite de oliva y almendras picadas, tostadas previamente en el horno a 200 grados durante 10 minutos
Ingredientes (para 2 personas):
Unos 500 g. de pulpa de calabaza asada.
175 - 200 g. de calabacín crudo pelado y troceado (el peso se refiere al calabacín ya pelado).
15 g. de jengibre fresco, troceado (el peso se refiere al jengibre ya pelado).
250 - 300 mililitros de bebida de coco con arroz.
Sal y pimienta negra recién molida.
Para decorar:
Láminas de coco deshidratado.
Cilantro fresco muy picadito.
Semillas de sésamo crudo.
Semillas de chía.
Un hilito de aceite de oliva virgen extra.
Almendras tostadas en el horno y picadas.
Preparación:
En el vaso de la batidora de mesa echamos todos los ingredientes y batimos hasta reducir a puré, pasamos por el colador chino, echamos la sopa en un cuenco, tapamos y guardamos en el frigorífico para que se enfríe.
Servimos en cuencos individuales y decoramos con lo que más nos guste.
Notas:
Para asar media calabaza con unos 700 g. de peso: ponemos la media calabaza en una bandeja de horno con papel vegetal, con la corteza de la calabaza mirando hacia abajo y sin añadir nada más, ni sal ni aceite, colocamos la bandeja con la calabaza en el horno y lo encendemos a 180º C, calor arriba y abajo, horneamos durante una hora y cuarto, más o menos, después apagamos el horno y dejamos la calabaza dentro para que siga asándose con el calor del horno.
Una vez esté frío el horno retiramos la calabaza y dejamos enfriar totalmente, ya tenemos la calabaza asada lista para utilizarla en distintas recetas, dulces o saladas.
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