Esta receta italiana pertenece a un libro de cocina bastante antiguo y es típica de Bolonia, la capital de Emilia-Romania, la región con la gastronomía más rica del país: los mejores calabacines para elaborar este plato son los pequeños, de color vivo, firmes, con la piel lisa y satinada, van cortados en rodajas y salteados a fuego lento con mantequilla y aceite, después van gratinados con una bechamel enriquecida con huevo y queso parmesano, su preparación es de unos 45 minutos
Ingredientes (para 4 - 5 personas):
1 kg. de calabacines pequeños y firmes.
3 cucharadas soperas de aceite de oliva virgen extra.
25 gramos de mantequilla y algo más para engrasar.
Sal y pimienta negra recién molida.
Para la salsa de queso:
1 litro de leche.
75 gramos de mantequilla.
75 gramos de harina de trigo.
Sal y pimienta negra recién molida.
1 pellizco de nuez moscada recién rallada.
3 cucharadas soperas de queso parmesano recién rallado.
2 yemas de huevo medianas.
Preparación (para 4 - 5 personas):
Lavamos bien los calabacines, frotándolos bajo el chorro de agua fría. Si la piel no queda suave, raspamos o pelamos ligeramente con pela-patatas. Cortamos y tiramos las puntas y cortamos los calabacines en rodajas de 1 cm.
Rehogamos los calabacines en el aceite y la mantequilla, salpimentamos y dejamos cocer 15 minutos, removiendo alguna vez.
Calentamos el horno a 200º C, calor arriba y abajo.
Preparamos la salsa de queso, llevamos la leche a ebullición y retiramos del fuego.
Fundimos la mantequilla en un cazo a fuego muy lento, añadimos la harina, revolvemos bien con cuchara de madera y dejamos cocer durante 1 minuto, removiendo continuamente.
Retiramos del fuego y añadimos la leche caliente, poco a poco, sin dejar de remover hasta que se haya incorporado la leche y la salsa esté brillante y suave.
Sazonamos con sal, pimienta y nuez moscada.
Ponemos el cazo a fuego medio-lento y llevamos a ebullición, dejamos hervir la salsa durante 4 minutos, la salsa debe quedar bastante espesa.
Retiramos la salsa del fuego y añadimos el queso rallado y las yemas, de una en una y removiendo bien, probamos y rectificamos de sal.
Echamos los calabacines rehogados en una fuente de hornear engrasada previamente con mantequilla y cubrimos con la salsa.
Gratinamos en la parte superior del horno 10 - 15 minutos, hasta que se forme una costra dorada.
Retiramos del horno y dejamos enfriar 5 minutos antes de servir.
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